4. Manipulación colectiva
Es incomprensible lo que sucede con una
sociedad que en términos generales permanece pasiva ante el acontecer político
y el actuar de sus gobernantes, pese a tener muchos avances tecnológicos entre
los que se incluyen los medios de comunicación.
Se supone que este factor es importante para que la gente esté más informada
y que también por esto tiene un mayor acceso a diversas formas de expresión y
de pensar a través de radio, televisión, periódicos, revistas, internet.
Virtualmente esta última alternativa es una herramienta a la cual se le puede
explotar por la oportunidad de interactuar para compartir situaciones,
problemas, soluciones ya no solo con los vecinos inmediatos, sino con aquellos
que viven en condiciones distintas, inclusive a veces totalmente opuestas, lo
cual en términos razonables nos debería llevar por un lado a ampliar nuestro
criterio y por otra parte encontrar mejores alternativas para resolver algún
problema en común.
Lo grave de la situación es que así como
hay un hombre que pisa a otro, inconscientemente la víctima acepta este tipo de
situaciones. Sin duda esto se da gracias al manejo de los acontecimientos que a
su conveniencia y antojo, hace el sujeto dominante. Lo anterior se define en
una palabra: manipulación.
La manipulación de las masas es una
estrategia para la conservación del poder por parte de la clase dominante. La
supervivencia de las castas “superiores” no sería posible sin estas medidas de
control.
El desarrollo mental de cada individuo
se da en relación a dos factores necesarios de sobrevivencia: alimentación y
cultura. Una alimentación deficiente inhibe el desarrollo mental. La formación
cultural girará en torno al ámbito social del cual es parte el sujeto.
Una adecuada alimentación proporciona
los elementos esenciales para que el individuo aumente sus capacidades físicas
y mentales, así como desarrolle las condiciones de salud indispensables para su
funcionamiento. Para ello es necesario que se lleve a cabo una alimentación
equilibrada, entendiendo que esta se da cuando proporciona niveles óptimos de
nutrientes para el mantenimiento y regeneración del organismo al tiempo que se
evita la ingesta de alimentos perjudiciales para la salud. Al recibir los
nutrientes suficientes, el desarrollo cerebral se incrementa lo cual conlleva
simultáneamente a la creación de habilidad y agilidad mental.
Desafortunadamente, la percepción de una alimentación sana se relaciona con la
posición económica o poder adquisitivo, cosa relativamente falsa. Analizando un
poco nos damos cuenta que en realidad es consecuencia de los patrones de
conducta establecidos, los cuales se originan en la cultura y desde luego el
control establecido por aquellos sujetos cuyos intereses serán satisfechos por
la casta dominada.
Para vender alimentos chatarra hay qué
crear las condiciones necesarias y esto se logra a través de la publicidad. No
hay vuelta de hoja. Es así como las empresas trasnacionales colocan sus
productos principalmente en los países tercermundistas. Las jugosas ganancias
que obtienen es a base de formar necesidades en el individuo: trabajo, apetito,
“bienestar”, etc. Veamos.
“¿Hambre? Cómete un Snickers”. Hace años
se oía esta frase publicitaria de un producto comestible consistente en una
barra sabor chocolate combinada con crema y trozos de cacahuate, que se
transmitía en televisión. Del mismo producto se han hecho muchos comerciales
con diferentes frases entre ellas “¿Hambre de más? Cómete el mundo. Snickers” en tanto se ve a
dos tipos compitiendo en patines. Obviamente el público al que va dirigido es a
la clase juvenil media baja, por lo que las imágenes colocan las acciones en un
barrio con las características clasemedieras.
Hacia finales de 2011 sale otro
comercial donde se combinan las emociones y la discriminación al presentar a
uno de los protagonistas con actitudes femeninas, por lo cual otro de ellos
pretende humillarlo. Desgloso el guión técnico y oral.
En una poza recreativa propia para el
patinaje, algunos varones jóvenes realizan actos en bicicleta mientras una
chica montada en la propia ubicada en el borde de la pista, los mira. Alrededor
de la poza se perciben niños y jóvenes, con su respectiva patineta o bicicleta.
De pronto, la dama se desliza en su biciclo por la pendiente hacia el fondo en
donde al tiempo que choca con la bici de un chico que está acompañado por otro
que trae su patineta en la mano, lanza un alarido.
Mientras la chica se incorpora se da el
siguiente diálogo:
Varón
1.- ¿Qué te pasa, Carlos?
Chica.- (Molesta) ¡Pues dejen de estorbar!
Varón
1.- Cada vez que te da hambre, te pones como nena.
Chica.- Eso no es lo que piensa tu novia.
Varón
2.- (Entrando al quite) A ver, ¡ya Carlos! Cómete
un Snickers.- Dice para enseguida entregarle la golosina.
Aparece la imagen del segundo tipo y la
chica mordiendo la dulce barra.
Vuelve la imagen al tipo que proporcionó
el producto preguntando:
Varón
2.- ¿Mejor?
-Mejor.- Es la escueta respuesta que
recibe de un varón que ahora aparece en pantalla en el lugar de la chica.
Inmediatamente los tres sujetos,
reconciliados, aparecen realizando acrobacias en la poza, a la vez que se oye
decir “No eres tú cuando tienes hambre. Snickers” y sucesivamente la misma
frase sobre fondo oscuro con la imagen del producto partiéndose y mostrando su
interior, apareciendo finalmente el logotipo y la frase “Cómete el mundo”.
Todo esto sucede en veinte segundos que
dura el promocional.
En este comercial encontramos algunos
aspectos interesantes sobre como se efectúa la manipulación. Primeramente el
tipo de público al cual va dirigido, confirmando que es un producto para los
chicos y jóvenes, pues el entorno y los protagonistas permitirán la
identificación inmediata de este sector social con el consumo del producto.
Además, el hecho de que la población mayoritaria se encuentra en este rango los
convierte en clientes potenciales.
Se utiliza una necesidad
fisiológico-natural para posicionar el producto: el hambre. Tomando como arma
este factor, el comercializador sabe que el receptor asociará su producto casi
de manera inmediata para satisfacer su necesidad de alimento, por lo que el
consumo está garantizado. Sobra decir que en realidad es un tentempié con muchas
desventajas, ya que la ingestión de este, como de muchos otros productos,
solamente quita el hambre pero no proporciona los nutrientes mínimos requeridos
por el organismo. De ahí el calificativo de alimentos chatarra.
En segundo lugar, se da un toque discriminatorio
al comparar la reacción del sujeto con un género concreto, pues nos muestra la
debilidad femenina ante el hambre. ¿Quieren decir con esto que las mujeres
deberán tener repercusiones bien definidas ante la necesidad de alimentarse? En
este mismo contexto, se justifican los cambios de personalidad como resultado
de ciertas circunstancias.
El aspecto sexual también se incluyó en
este comercial. Cuando el mordaz comentario del supuesto Carlos al refutar:
“Eso no es lo que piensa tu novia”, el mensaje nos hace pensar en conductas
libertinas de carácter sexual de los protagonistas al compartir la misma mujer.
Se evidencia este papel de los tres tipos, ya que en tanto uno lo expresa
ufanándose, el otro no muestra enojo y el tercero intercede para calmar la
situación obsequiando el producto publicitado. Pese al sarcástico comentario,
al final los tres siguen como buenos amigos. Al publicitarse estas actitudes,
el receptor los toma como modelos aceptados por la sociedad, con lo cual se
fomenta la promiscuidad y el uso de la mujer como un objeto sexual.
Ahora
bien, desde mi perspectiva, se da el golpe final al resolver la situación de
una manera simplona al entregar una golosina para calmar el carácter irascible
de uno de los protagonistas, con lo cual se pretende que el consumidor adopte
una actitud sumisa o condicionada, algo similar a lo que hacen muchos padres
para tranquilizar a los chicos inquietos a los cuales para inhibir su inquietud
se les regala algún detallito, vg. una moneda o, como en el caso que
ejemplificamos, un caramelo. Recordemos que los conquistadores entregaron
espejitos y chucherías a los indígenas a cambio de oro y joyas.
El ejemplo solamente es una “pequeña”
muestra de cómo se maneja a la gente. Ejemplos sobran, siendo los que más daño
hacen a nuestra sociedad, los enfocados a hacer normales aquellos hechos que
aún se ven como anómalos. La labor de los comunicadores de los medios masivos
de comunicación, consciente o inconscientemente se encarga de cumplir de manera
paulatina con este objetivo.
Ahora consideremos el factor cultural.
Tomemos como cultura, a toda serie de
ideas, actos o acontecimientos relacionados con las costumbres y tradiciones
que de manera sistemática se practican en un ámbito específico, el cual puede
incluir diversos círculos: el familiar, el de las amistades y el entorno
social. En cada uno de ellos, el individuo adquirirá patrones de conducta que
con la práctica y el tiempo moldearán su personalidad con características
propias. Al mismo tiempo adquirirá los modelos que lo ubicarán en el contexto
de la clase dominante o de la clase dominada.
En su obra “Contribución a la crítica de
la Filosofía del Derecho de Hegel”, Carlos Marx dice
que la religión es el opio de los pueblos. Con esto quiere decir que la ideología
religiosa se encamina al control de la gente al concientizarla sobre su rol. En
síntesis, es una metáfora en la cual compara los efectos alucinógenos de la
droga en los adictos que la consumen. Así busca justificar la situación real de
la miseria de las mayorías y al mismo tiempo confundir y mistificar la
realidad, creando una falsa conciencia del mundo para que todo siga igual: la
casta dominante pisoteando a la dominada.
En mi particular
punto de vista, nunca discutiré la concepción de un Ser Supremo por considerar
que es una cuestión íntima, pero sí criticaré las actitudes de los jerarcas
eclesiásticos (sea la religión que fuere) quienes valiéndose de la manipulación
de los ministros sobre los feligreses, crean condiciones favorables a la clase
dominante para que pueda mantener su hegemonía sobre las clases dominadas. Pienso
que son las conductas de los hombres, las que orientan el sentido de la
doctrina religiosa, siempre a favor de los opresores. Esto pasa y ha sucedido en casi todas las culturas del
mundo desde épocas inmemoriales y en las diversas corrientes religiosas. En
México, se recrudeció durante la época virreinal con la llegada del catolicismo.
El movimiento independentista de 1810 fue la primera manifestación abierta de
las ideas liberales que después se reflejaron en algunas instituciones civiles
que surgieron durante el régimen juarista pero apaciguadas durante la época
porfirista. Hoy día, otras ideologías cumplen su función de adormecedoras de la
sociedad.
Otro aspecto
cultural a considerar es la educación. En este contexto es posible descubrir
qué tanta importancia se da a la formación intelectual, así como la influencia
de la convivencia con otros desarrollos sociales.
La manipulación
se da en cuanto a que se privilegian ciertos sectores. Los gobernantes dicen
que se trabaja para incrementar el desarrollo y la instrucción académica en
aquellos lugares que sufren un atraso impresionante en este rubro. Por un lado
qué bueno que haya apertura para la iniciativa privada, sin embargo es claro
que las clases mejor acomodadas difícilmente dejarán entrar en su círculo a las
clases sociales inferiores. Desde luego que en la formación de su alumnado se
cuidan de dejarles bien claro su lugar dentro del marco social y económico.
Durante los años
posteriores a la Revolución y hasta el fin de siglo pasado, la educación se
privilegió en las ciudades con cierto nivel de desarrollo. Los pueblos pequeños
a lo más que podían aspirar, era a contar con su escuelita y uno o dos maestros
que atendían varios alumnos de los diversos grados, al mismo tiempo. Aunque en
los primeros años del siglo XXI se impulsó la apertura de escuelas en las
comunidades antes abandonadas y el decreto sobre la obligatoriedad del Estado
para proporcionar educación al menos hasta el nivel de secundaria, el
sindicalismo charro encabezado por Elba Esther Gordillo ha impedido el real
desarrollo educativo que requiere nuestro país.
En 1985, se oía
decir a algunas madres o padres nacidos en las décadas de los cincuenta y
sesenta, que no era necesario que las mujeres estudiaran: “¿Pa’ qué? Si ellas
se van a casar y las van a mantener”. Algunos de mis maestros universitarios
refieren que cuando estudiantes, uno de sus maestros al calificar a sus
alumnas, lo hacía considerando sus atributos físicos. La que ofrecía una imagen
agraciada era aprobada con nueve o con diez, aunque no hubiese tenido avances
académicos significativos: “Al fin que tú te vas a casar pronto, te van a
mantener y no vas a necesitar trabajar”, cuentan que era su excusa para
aprobarlas. Las chicas que no fueron muy favorecidas por la madre naturaleza
recibían esta respuesta: “Tú sí mi hijita, tienes que darle duro”. Sin duda,
tal actitud reflejaba la mentalidad establecida por las circunstancias
sociales, imperante en la época.
La instrucción
académica sigue teniendo un relativo rezago, la cual se manifiesta en las
actitudes y aptitudes de la población. Quizá algunos factores sociales, además
del administrativo, como la alimentación
y la necesidad de obtener recursos para la manutención familiar afecten
ostensiblemente en la formación, sin embargo, también es una cuestión de
cultura.
En mi labor como
Asesor en el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), al
promover los servicios de la institución, frecuentemente me encuentro con
personas que de inmediato me preguntan sobre la forma más fácil y rápida de
obtener los certificados (de primaria y de secundaria), sobrando ejemplos de
aquellos que a tirabuzón preguntan ¿Cuánto me cobras por conseguirme el certificado?,
a lo que les devuelvo la pregunta ¿Tú, arriesgarías tu libertad, tus negocios o
tu salud solicitando los servicios de un abogado, de un administrador o de un
médico que compró su título? Los más sensatos se avergüenzan y retiran lo
dicho. Los cínicos, que no son pocos, se aferran a sus posturas recalcando “Pos si me va ayudar ¿Qué tiene?”. Insisto, la
cultura del mínimo esfuerzo es característica de una gran cantidad de hombres y
mujeres de nuestra sociedad y es al mismo tiempo, el caldo de cultivo más
importante para el fomento de la corrupción.
El desarrollo
tecnológico, comercial e industrial es el factor que más se ha considerado por
las autoridades para favorecer el desarrollo intelectual. Quizá es por eso que
las instituciones educativas se asientan en las grandes urbes. Mientras el
campo es olvidado o medio apoyado con programas populacheros que dejan
contentos a varios campesinos al recibir unos cuantos miles de pesos anualmente
y muchas tierras ociosas. Solo los campesinos verdaderamente comprometidos
asumen el riesgo de hacer producir sus parcelas. La distribución de la tierra
sigue haciéndose de manera inequitativa, pues mientras varios de los que solo
esperan su apoyo PROCAMPO poseen
varias hectáreas, los que deveras saben de la importancia de su labor apenas
tienen algunos metros cuadrados para sembrar, y si a lo anterior agregamos las
circunstancias desfavorables como el clima, tenemos que la calidad de vida no
es nada óptima. En el caso de las tierras ociosas, muchas de estas se encuentran
en posesión de aquellos campesinos que emigran a las ciudades para buscar mejores
condiciones de vida, con lo cual se reduce la posibilidad de mantenerlas en
actividad a menos que los jornaleros oriundos que se quedan se arriesguen a
solicitarlas en renta. A veces lo más que se animan hacer es trabajarlas a
medias.
Por esto, es
claro que podemos encontrar diversos planos en el país. En tanto que en el
Norte de México, varias ciudades fronterizas representan polos de desarrollo
industrial y tecnológico acorde con sus similares de los Estados Unidos de
Norteamérica, en el Sur el desarrollo de las ciudades es mucho más lento. Desde
luego que esto se refleja en las condiciones económicas y de bienestar social
de sus habitantes. Causalmente tales situaciones están determinadas por el
contacto con sociedades que son muy dispares, pues por un lado el norte convive
y forma parte de la fuerza de trabajo de los factores de producción
estadounidenses los cuales se apoyan en tecnología de punta y los avances están
en permanente evolución; por el otro, en
el sur la vecindad con pueblos subdesarrollados no representa gran
estímulo lo cual hace que los pueblos basen su economía en un turismo mal
planeado y sujeto a los programas oficiales, siendo que su potencial en este
rubro es enorme. Las empresas hoteleras y turísticas trasnacionales son en
mucho, más beneficiadas por sobre los empresarios nacionales. Sin embargo, la
existencia de empresas e industrias de diversa índole en la frontera con
Estados Unidos no quiere decir necesariamente que los trabajadores vivan en una
tierra de Jauja. Tienen trabajo y por tanto un ingreso que aunque mínimo, les
sirve para subsistir, lo cual comparado con los habitantes colindantes con
Centroamérica que están supeditados a las condiciones productivas de sus tierra
y a la ley de la oferta y la demanda, sus ingresos económicos son muy
raquíticos.
El factor
político inmerso en la administración pública, es sin duda, el que rige los
desarrollos de las grandes ciudades. Derivado de las acciones que llevan a cabo
los mandatarios tenemos consecuencias ya sea en sentido favorable o negativo,
pues los gobernantes no siempre actúan con el tino necesario para construir una
mejor sociedad, antes bien mantienen a
la colectividad en una constante necesidad, pues saben que de esta manera
agregan un factor que facilita la manipulación individual. Privilegian bastante
los sectores mejor posicionados en el entorno social y descobijan sutilmente más
a los más desprotegidos. A pesar de todo, curiosamente la sociedad mantiene
como gobernador, diputado o senador a aquellos sujetos que antes ya estuvieron
en otro puesto de elección popular con resultados poco favorables para la
misma. Es decir, a pesar de saber que se conducen con irresponsabilidad y falta
de compromiso, los vuelven a elegir.
Esos son los
agentes que facilitan la manipulación. Una persona con necesidades básicas no
cubiertas, es fácilmente manipulable. Además debemos tomar en cuenta que el cerebro se adapta fácilmente a las circunstancias y procesa la
información de acuerdo a como se le transmita. Para ello, los manipuladores se
ayudan de los mass media (medios
masivos de comunicación).
Es por eso que los mensajes que se
difunden a través de radio y televisión se realizan con trucos técnicos que
tienen como objetivo dejar una información permanente en el subconsciente.
Entre otras estrategias están la transición a cierta velocidad de imágenes y
situaciones determinadas, el uso de colores llamativos y la combinación
persistente entre la necesidad creada y su respectiva solución, haciendo
explotación de las emociones humanas. Al fomentar en la mente estas situaciones
de manera continua, se construye el acto reflejo o respuestas condicionadas de
los individuos. El juego de los poderosos es mantener su hegemonía haciendo uso
de todas las herramientas habidas y por haber, empezando por el manejo mental.
Es a partir del desarrollo mental donde se forma el futuro del individuo. Para
contrarrestar la manipulación, los individuos deberán hacer un esfuerzo para
abrir su mente a ideas que les amplíen el criterio. Tomarse la molestia de
pensar aunque sea un poco en sentido analítico y crítico pues solo de esta
manera se fomentará el desarrollo intelectual. El criterio individual es un
arma que impide los efectos del manipulador.
Quizá algunas circunstancias deberán ser
aceptadas como la de ser parte de los factores productivos, pero la diferencia
estribará en que seremos un trabajador que no se deje explotar al establecer en
la relación laboral un justo equilibrio, dando al capitalista la fuerza de
trabajo necesaria a cambio de un salario que compense el esfuerzo
proporcionado.
Les platicaré un caso de explotación
laboral actual. Conozco a un grupo de trabajadores del campo cuyo patrón los
hace trabajar por algunos días para después, en lugar de pagarles su salario,
les paga con días de descanso. Cuando les intenté explicar que eso no estaba
bien, en un principio no me entendieron. Ellos estaban seguros que el patrón
obraba correctamente. Esos son los efectos del manejo mental, crear condiciones
que gradualmente se considerarán normales.
La manipulación de masas puede ser
organizada o espontánea. La espontánea es aquella en la cual se reúne a un
conglomerado para exponer las ideas, en el cual no hay relación alguna en la
casi totalidad de los asistentes como son por lo general los mítines o actos de
campaña electoral, mientras que la manipulación organizada contempla el uso de
estructuras y estrategias bien definidas.
El mejor ejemplo de manipulación organizada
lo vemos en los sindicatos. Es difícil entender como un solo individuo puede sacudir
las conciencias de miles de personas para determinar la dirección de una nación
prácticamente sin moverse de su asiento tal como lo hacía Fidel Velázquez,
dirigente cetemista durante la segunda mitad del siglo pasado y en este la
dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, quien a una orden suya podía
hacer que instantáneamente casi la totalidad de las escuelas del país
paralizaran sus actividades. En el sector popular se da a través de grupos de
apoyo, generalmente patrocinados por los partidos del gobernante en turno, bajo
el esquema de los apoyos sociales.
El ejemplo actual más vivo de la
manipulación espontánea es la que hace Andrés Manuel López Obrador, quien solo
aprovecha las circunstancias que viven los ciudadanos mexicanos para
convencerlos de sus ideales, en un mitin donde reúne a decenas de miles de
ellos.
Obviamente, el patrón abusa apoyado
principalmente en tres factores: la pobreza extrema de los campesinos que
implica la necesidad de un ingreso para adquirir sus bienes de consumo más
indispensables; el desarrollo intelectual, pues el nivel educativo de esos
trabajadores es, cuando mucho, a cuarto o quinto grado de primaria y finalmente,
la cultura, ya que crecieron con la mentalidad transmitida por sus progenitores
de que hay qué servir al patrón, estar con él, porque será quien en un momento
determinado los podrá “ayudar”, porque es como el padre que llegará a auxiliar
a su hijo desvalido.
¿Debemos seguir soportando la existencia
de tipos que pretenden estar por encima de los demás? Dicen que el valiente
vive hasta que el cobarde quiere. No se trata de preparar otro movimiento
armado para intentar cambiar la situación sino de manera inteligente actuar
para hacer que ellos se adapten y actúen conforme a los requerimientos
sociales. Está demostrado que las guerras no benefician a las mayorías, vaya ni
siquiera se puede hablar de vencedores y vencidos, sino solo permiten que unos
cuantos hombres ambiciosos de dinero y poder, bajo pretexto de ayudar a las
clases marginadas, escalen posiciones en la política y en el poder público. Una
revolución intelectual cambiaría sustancialmente la situación del oprimido.
Las 10
Estrategias de Manipulación de los medios.
1. La
estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es
la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público
de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites
políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de
continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la
distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por
los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la
psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del
público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por
temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, siempre ocupado,
sin ningún tiempo para pensar.
2. Crear
problemas y después ofrecer soluciones. Este método
también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una
“situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que
éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo:
dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana u organizar
atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de
seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis
económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos
sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La
estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida
inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años
consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente
nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990:
Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa,
salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran
provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La
estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión
impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la
aceptación pública en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil
aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el
esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa,
tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana”
y que el sacrificio exigido podrá evitarse. Esto da más tiempo al público para
acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue
el momento.
5.
Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de
la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes
y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad,
como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental.
Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un
tono infantilizante ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella
tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad,
ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también
desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de
edad.
6. Utilizar
el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del
aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el
análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra
parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso
al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores,
compulsiones, o inducir comportamientos.
7.
Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer
que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos
utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a
las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de
forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores
y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para
las clases inferiores.
8. Estimular al público a ser complaciente con
la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar
e inculto.
9.
Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que solamente él es el
culpable de su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su
inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de
rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodevalúa y se culpa,
lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su
acción. ¡Y sin acción, no hay revolución!
10.
Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el
transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han
generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos
poseídas y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la
neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un
conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como
psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de
lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos,
el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor
que el de los individuos sobre sí mismos.
Artículo redactado por Sylvain Timsit.
José Guadalupe Arvizu Olalde
Democracia y Ciudadanos, memorias de un CAE. Obra inédita
Textos que el autor comenzó a escribir en agosto de 2012, con algunos datos actualizados.