Xilitla
El sueño de Edward James
Como una más de las joyas del Sierra Madre Oriental, rodeada de diversas tonalidades verdes, con un eterno aroma a café que producen las fértiles tierras de la región, se
encuentra Xilitla.
Este
municipio con su embrujo es causante de sueños. Su paisaje singular e
inacabable cultura subyuga a los visitantes y los hace rendir ante el encanto de
cada uno de los elementos que la embellecen.
Aquí la
inspiración nunca termina. En la comunidad de Cuartillo Viejo nació Pedro Rosa
Acuña, compositor del “Querreque”, tema convertido en himno del huapango. Murió
en Xilitla, cerca de La Joyita. La inspiración lo siguió hasta su último
suspiro.
La crónica del día
que falleció don Pedro Rosa, dice que:
“se sentó en la cama, pidió su violín y pese a su extrema debilidad, con
sorprendente agilidad tocó algunos versos del San Lorenzo". Su sobrino Juan lo
acompañó en la jarana.
Se dice que el último
verso que cantó fue:
La primera luz que
vi,
bajo todos los
colores,
lugar donde yo
nací:
Xilitla, tierra de
amores.
La de San Luis
Potosí,
esta es mi tierra
señores.
Acto seguido Pedro
exclamó: ¡Bueno, ái nos vemos! Se acostó de nuevo en su cama. Minutos después,
sus hermanos se dieron cuenta que había fallecido.[1]
Otro personaje
famoso en Xilitla, fue Edward James, un inglés excéntrico a quien en su tiempo
varios xilitlenses consideraba un loco. Este hombre llegó a enriquecer el
paisaje con una obra producto de “su realidad”. Multiplicó la majestuosidad de
Xilitla al mandar edificar en el área de las pozas una serie de construcciones
que fascinan a unos y desconciertan a otros.
Su
fantástico proyecto fue compartido y llevado a la obra por dos oficiales
queretanos, ambos nativos de Pinal de Amoles: José Aguilar Hernández,
carpintero quien diseñó y fabricó los moldes para colar el concreto; y, Carmelo
Muñoz Camacho, albañil bajo cuya dirección y supervisión se construyeron las
estructuras de lo que actualmente se conoce como El Jardín Encantado de Las
Pozas o El castillo surrealista de Sir Edward James[2].
Además de
adentrarse en los senderos mágicos sin fin, las escaleras que llevan al
infinito y a ningún lado, pasar entre columnas que no sostienen nada o puertas
que no es posible abrir, Xilitla ofrece la oportunidad de gozar con otros
atractivos turísticos. El Cerro de la Silleta; la cueva del Salitre y uno de
los primeros conventos construidos en la Huasteca: San Agustín.
Después de
estar en Xilitla, sabrá que tiene bien merecido el mote “La Atenas de la
Huasteca”.
Fragmento del Libro
La Huasteca. Un paraíso compartido
Autor: José Guadalupe Arvizu -PEPEHUAPANGO-
Edición independiente con apoyo PACMYC
2009
Vegetación. |
[2] Edward James.
Arquitecto de la imaginación; Arturo Hernández Ochoa; 2008.
Fotografías deXilitla José Guadalupe Arvizu Olalde
Fotografías Tamasopo Griselda Rocha
Fotografías deXilitla José Guadalupe Arvizu Olalde
Fotografías Tamasopo Griselda Rocha
Vegetación trepadora. |
Caída de agua en las pozas. |
Cascada en Tamasopo |
En las pozas xilitlenses. |
Cascadas. |
Callejón xilitlense. |
¡Mmmmm, zacahuil! |
¡Mmmmm qué rico bocol!!! |
Frente al exconvento de San Agustín. |
A la entrada del Castillo surrealista de Sir Edward James. |
Detalles del castillo. |
Detalles |
Pilares en el castillo. |
Entrada del castillo |
La herrería del castillo |
Descanso en el camino al cielo del castillo |
Vegetación en la sierra de Xilitla. |
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